El infierno es el otro. Un hombre en busca de sí mismo / Julia Tomashevskaya-Garachuk

¿Es racional un ser humano? Si es así, ¿por qué es tan difícil para nosotros ser escuchados por "otros"? El siglo XX introdujo el tema de la soledad en el discurso filosófico europeo. Nuevos "jugadores" entran en la arena de la batalla de ideas, y así aparece el tema: "abandono", "soledad", "absurdo de la existencia humana".              Los héroes de la literatura y el cine probaron en todos los sentidos la tesis nietzscheana de que "no hay Dios", lo que significa que todo está permitido. Dostoievski envía a Rodion Raskolnikov a nueve círculos del infierno precisamente con esta pregunta. Después de todo, cuando estás solo con el mundo, dejado solo, sin supervisión desde arriba, nadie puede detenerte, volver a dibujar el mundo de acuerdo con tus ideas. Solo puede ser un juez interno que siempre estará contigo, incluso cuando estés absolutamente solo.              Albert Camus, tratando de entender qué le pasa a una persona en la era entre las dos guerras mundiales, ofreció su respuesta: "un ser humano es racional y anhela claridad, pero el mundo no es razonable, la reunión de un hombre racional con el mundo da lugar a lo absurdo". Entonces, a la persona no se le negó el derecho a ser razonable, sino que se la dejó sin esperanza de recibir respuestas a sus preguntas.              Tan pronto como las personas no se nombraron a sí mismas, en busca de definiciones finales. En la historia de las ideas, tenemos etiquetas con la inscripción: homo sapiens, herramientas para hacer animales, zoológicos políticos, animal symbolicum, homo ludens. Todos estos intentos de denominaciones se basaron en el supuesto de que la sociedad consiste en personas que pertenecen a la misma especie.Aristóteles definió a una persona como un "animal político" de los zoológicos políticos, argumentando que una persona, a diferencia de otros seres vivos, no solo quiere vivir, sino vivir bien. Al ser residente de la ciudad-estado, estaba absolutamente seguro de que solo el estado puede proporcionar una alta calidad de vida e igualdad de oportunidades para alcanzar la felicidad.              Todos los intentos de responder a la pregunta "quién soy yo" descansan en contra de la necesidad de un "espejo" u "otro" como espejo. ¿Es el "otro" lo mismo que yo? ¿Es posible "yo" sin el "otro" y qué puedo aprender sobre mí mismo sin reflejarme en el "otro"?              El tema será presentado por una maestra de filosofía, crítica de arte Julia Tomashevskaya-Garachuk              Cuando: 23 de agosto, a las 19.00.       Dónde: 4City, st. Cable, 27/1        Costo de participación: 100 UAH (pago con tarjeta o en el acto)       Registro (requerido): http://bit.ly/2ZJW89Y        Para todas las preguntas: 0930789587, Katerina.